domingo, 1 de febrero de 2015

Gotham: El Debate Moral de Jim Gordon

#Gotham en mi opinión es uno de los mejores estrenos de este año. Por varios motivos, pero principalmente porque no decepciona. Todos pensamos que se iba a centrar en la tortuosa infancia de Bruce Wayne, y la verdad es que el show sorprendió en varios aspectos. Tiene una claridad de conceptos, sabe a donde quiere ir, y cuál es la historia que quiere contar. No duda, no va probando fórmulas mágicas, sino que por el contrario sigue un lineamiento desde el primer capítulo y se atiene a los principios en los que evidentemente cree. Mantiene una estética determinada, una obscuridad que le da a una ciudad corroída por la corrupción el tinte justo. 
El otro acierto tal vez es reposar todo el engranaje en el personaje de Jim Gordon (Ben McKenzie) un policía que todavía cree que se puede conseguir justicia en una ciudad que perdió hace rato la fe en las autoridades. En medio de arreglos, traiciones, pactos implícitos entre policías y delincuentes, Jim Gordon entiende que las cosas deben hacerse de otra manera, de la manera correcta.
En el último episodio se define en una sola frase que le dice al personaje de Harvey Dent en la cafetería: "I can´t let it be, Harvey. You should know that by now".
Pero en toda pelea por la verdad, y lo realmente justo hay zonas grises, y Jim Gordon obsesionado por poner tras las rejas a uno de los suyos cae en la trampa. Al final del capítulo se ve claramente el debate moral de este personaje, porque logró su cometido, porque hizo justicia, pero ¿a qué precio?
"Welcome Back, Jim Gordon" es el principio de este debate que esperemos que acompañe al personaje durante todo el recorrido, ¿lograr el objetivo pero usando los mismos medios que tan férreamente quiere erradicar de Gotham es válido?
Es verdad que el fin justifica los medios, dilemas que van encerrando a Jim Gordon y dándole la bienvenida a esta ciudad corrupta y peligrosa.
La frutilla del postre de este capítulo es la escena en la que Selina Kyle le rompe el corazón a Bruce Wayne, y la elección de la escoba por sobre las lágrimas, de este pequeño que todavía no sabe que va a convertirse en la esperanza de Gotham.
En pocas palabras para mi el mejor estreno del año pasado en materia de series, no solo consigue buenos números, sino que además logra entregar cada semana un producto digno, con más trasfondo que muchos, con personajes detalladamente delineados, una estética magnifica, y grandes actuaciones.

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