Saben que Gotham es una de mis series favoritas. Tiene una estructura demasiado sólida para una primera temporada, y personajes que mantienen el clima siempre al máximo nivel. También logró con el tiempo entrelazar varias historias, y que todas sean interesantes. Además y lo más impresionante logra mejorar capítulo a capítulo. Es una de esas series en que terminás diciendo cada vez está mejor.
Red Hood fue un gran episodio, pero creo que el momento culmine lo tuvo Fish Mooney. Confiesen cuantos de ustedes después de escucharla decir “You forgot option three” se imaginaron que iba a agarrar una cuchara y sacarse su propio ojo. Cuantos se imaginaron aunque sea remotamente que lo iba a pisar y aplastarlo violentamente contra el piso. Fue una escena en la que los escritores y el director condensaron la esencia misma de la serie. La violencia, inesperada e imprevisible, irracional. Ese instinto de supervivencia que nutre las entrañas más retorcidas de una ciudad que se desangra, producto de la corrupción, la violencia y el crimen.
También tenemos que destacar la capacidad que tuvieron los autores para volver un poco más interesantes, personajes que parecían destinados a perderse irremediablemente. Barbara que desde los primeros capítulos estaba pero era lo mismo que no estuviese, encontró en la complicidad de Ivy y Selina un motivo para transformarse. Reinventar personajes es una gran virtud, cuando se extinguen, cuando no entran en la grandeza de los demás, reinventarlos es un desafío, pero uno que vale la pena. Otra vez en una escena entre chicas, cambiando de look, probándose ropa, y Barbara explicándoles a dos casi adolescentes el arma poderosa y eficaz que puede llegar a ser para una mujer su belleza. Discurso motivador pero que enfrenta a dos caras de la ciudad, y al que Selina termina tirando por tierra luego de preguntarle “What good´s it done you?”. Aunque a pesar de la aparente ofensa que Barbara le infringió, la verdad es que en el futuro ambas usaran de sus encantos femeninos para lograr sus objetivos.
La historia de Red Hood sin embargo podría haberse desarrollado un poco más intensamente. Me parece que quedó muy desdibujada en un capítulo que tuvo de todo. Oswald aunando fuerzas con Butch para lograr que el bar funcione, Bruce aprendiendo como puede a defenderse, y el atisbo del complot de Wayne Enterprise para terminar con el pequeño heredero.
El final pone la cuota sentimental con la confesión, entre lágrimas, de Bruce al agente Gordon “I can´t lose him. He´s all I have”, para fundirse en un abrazo, mientras Alfred agoniza en la cama de un hospital, después de ser apuñalado. La fragilidad de un chico extraviado, que al parecer tiene cada día más motivos para vengarse. Aunque todos esperamos que no sea esta venganza, sino la necesidad de salvar Gotham la que finalmente lo convierta en Batman.
Esperamos el 1x18 para ver qué le depara el futuro a Fish luego de perder un ojo, a Bruce con su mejor amigo luchando entre la vida y la muerte, a Barbara desesperada por recuperar a Jim Gordon, y a todos esos villanos que están dando vueltas sedientos de violencia, y hambrientos por conquistar Gotham, para que de una buena vez por todas gobierne la obscuridad sobre la justicia.
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