lunes, 5 de enero de 2015

Jill: Philip Larkim



La verdad es que este libro lo compré hace mucho, pero mucho tiempo. Sin embargo quedo en la lista de pendientes con un post-it adherido en la cubierta para recordarme algún día ocuparme de él. El comienzo de este 2015 me encontró con ganas de encontrarme con Jill así que pasamos un par de días juntos.
Se trata de un relato parcialmente autobiográfico del autor que transcurre en Oxford, durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. El protagonista, John Kemp es un joven estudiante que llega a la ciudad universitaria desde una localidad demasiado pequeña como para ser tenida en cuenta siquiera. 
Lo más destacado del libro es quizás esa necesidad que tenemos todos de encajar en los grupos más populares. Las indecibles peripecias que a veces los chicos hacen para sentirse aceptados, para codearse con aquellos que parecen como inaccesibles. El viaje de Kemp pasa por los escenarios más macabros y termina en un relato casi escalofriante de su última noche en el college.
El paisaje, los matices, las conversaciones son tan verídicas, que a veces como lectores llegamos a identificarnos con los sentimientos, y las sensaciones del protagonista. Es inevitable establecer un paralelo entre John Kemp y Holden Caulfiend (El Guardián entre el Centeno), sin embargo Caulfiend es mucho más sarcástico, más realista y no busca la aceptación de los demás de la misma forma que Kemp.
Una buena novela que no llega a desplegar las alas, porque en la segunda mitad cuando tendría que clavarnos una daga en el corazón solo se deja estar a la espera de que el final la encuentre. No pueden los autores pretender que las historias encuentren sus propios finales, a veces hay que marcarles el camino.
Terminada Jill empecé con Nieve de Orhan Pamuk, esperemos que está vez el final de la historia este a la altura de su desarrollo.

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